¿Kilos de más? Mira tu ciudad

Published: 10 January 2024

Con excepciones, pesar un kilo más es algo que NO pedimos en navidad.


Sin embargo, es el promedio de peso que subimos las personas mexicanas cada año. Eso declaró en el 2011 Juan Rivera., del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública,   Independientemente de si fue por los excesos que nos permitimos durante el Maratón Guadalupe-Reyes, o si los ganamos paulatinamente, el hecho es que ese kilo de más, pocas lo vuelven a perder.  No dudo que habrá gente disciplinada que hará ejercicio para bajar de peso como uno de sus propósitos del año. Realmente, se requiere mucha disciplina, además de tiempo libre.

México es el 2º país con más obesidad del mundo -después de E.U.A.-, y el 1º en sobrepeso infantil. Pero para colmo de males, a nivel individual estos kilos no se reparten homogéneamente.  En general, gana más peso cada año, quien más pesa.  Es decir que alguien que ya tenía sobrepeso, e incluso obesidad está más expuesto a sumar más de 1 kilo al año. A lo largo de 10 años, ya son 10 kilos de más…

Una pandemia silenciosa.

Los daños a la salud derivados -entre otros factores- por el exceso de peso (como la diabetes, la Hipertensión Arterial,  el Síndrome Metabólico, etc) forman parte de las epidemias actuales. Incluso se considera una pandemia, o sea epidemia mundial, aunque no sea contagiosa como el virus COVID-19.  Y aunque se crea que la persona es la única responsable de su estado, lo cierto es que es un problema de salud pública –que nos concierne a todos-.

Es verdad que nuestra alimentación ha cambiado (más carbohidratos, grasas y alimentos procesados industrialmente). También nuestros estilos de vida (más televisión, más actividades pasivas y menos activas). Sin embargo no nos hemos percatado de que los cambios en la forma de la ciudad han promovido conductas poco saludables de la población. 

La forma dañina de las ciudades.

Las ciudades orientadas a los autos, en lugar de las personas, promueven:

  • sedentarismo (poco se puede caminar o usar la bicicleta como medio de transporte)
  • falta de convivencia (los vecinos ya no se conocen entre ellos)
  • intolerancia
  • discriminación (los automovilistas por encima de los ciclistas y peatones)
  • falta de respeto por la dignidad humana
  • violencia vial (altas velocidades, lesiones y muertes por siniestros viales)
  • enfermedades por la contaminación atmosférica (no sólo respiratorias)

Los tomadores de decisiones en América Latina siguen pensando que hacer más carriles, o construir un distribuidor vial es deseable. Que son acciones que “elevan la calidad de vida de la población”.  Sin embargo, lo que logran es todo lo contrario. Todas las evidencias a nivel internacional disponibles indican que dar más espacio a los vehículos es contraproducente.  

Las ciudades cada vez son más hostiles, más contaminadas y ofrecen menor calidad de vida (y oportunidades) a la mayoría de la gente.  Por si ello fuera poco, las ciudades también nos hacen subir de peso al forzarnos a movernos en vehículos de motor y al quitarnos demasiado tiempo en desplazamientos. Ello implica que tendremos menos tiempo y disposición para realizar una actividad física y para tener alimentación adecuada.

Las ciudades vibrantes y saludables

Un cambio en la forma de hacer ciudades (el transporte, la vivienda, el diseño, etc.) ofrecería una mejora inmensa en muchos aspectos, empezando por la salud y la calidad de vida. La evidencia disponible a nivel mundial apunta a que debemos dignificar el transporte público, para que el manejar un auto sea voluntario, y NO la opción menos penosa.  También muestra cómo las comunidades se pueden beneficiar social y económicamente si se promueve la cercanía de viviendas, facilidades, servicios e instalaciones y al mismo tiempo se habilitan caminos seguros para las personas a pie y en bicicleta. 

active mobility cyclist talking to pedestrians

Es penoso admitirlo, pero justo todo lo contrario a lo que venimos imitándole a E.U.A. desde hace más de 20 años.   Las ciudades sanas, vibrantes y exitosas son las que se diseñan centradas en las personas (no en los autos). Ello genera una “movilidad activa” que está relacionada con menor grasa corporal (entre otras cosas benéficas). Como dijo el tres veces reelecto alcalde de Curitiba Jaime Lerner:

“Debemos tener una relación con los autos, como si fuera nuestra suegra.
Una relación respetuosa, más no hemos de vivir como ellos dicen.”

En el Urban Cycling Institute tenemos el compromiso moral de formar personas de habla hispana que promuevan ciudades seguras y saludables. Por eso generamos desde el 2022 el curso en español antes Master Class, ahora Programa de Liderazgo. Ya está abierta la convocatoria para este 2024.

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